La joven peliazul se encontraba sentada en lo que era su despacho, su mirada permanecía en un punto ausente y su respiración permanecía tranquila, tenía tantas cosas en mente y tantas cosas por hacer que no sabia ni por donde empezar. Un suspiró de molestía escapo de sus labios mientras cerraba los ojos y se cruzaba de brazos, intentando hablar con su "otra yo" para buscar respuestas, por ese momento ignoraba que alguien se fuera a acercar a ella, pues estaba demasiado concentrada en lo suyo.